Libros ilustrados

No siempre se publican novelas. Por suerte, la vida editorial va muchísimo más allá de las novelas y libros de texto.

Mi debilidad siempre ha sido la ilustración. Los libros ilustrados me fascinan, grandes formatos, con imágenes a toda página llenas de color y luz. Me emocionan las imágenes que me transmiten fuerza, originalidad, sensaciones… por algo dicen que una imagen vale más que mil palabras. Y no siempre hacen falta palabras para una gran obra impresa. Es la perfecta conjunción de literatura y belleza visual. Y grandes artistas plásticos de todas las épocas han querido aportar su visión y su habilidad a textos que les han marcado o enamorado. Y hay mil ejemplos de ello.

No me centro en la novela gráfica, que ya por sí es todo un sector importante y realmente interesante, en este caso me centraré en el sector del libro ilustrado, que es diferente. Normalmente identificamos el libro ilustrado con el cuento infantil, pero no siempre es así. Contamos con grandes obras de la literatura que han creado un gran mundo paralelo, y que, a pesar de tratarse de novelas de texto, han generado una imaginería tan amplia, interesante y única, que dieron lugar a grandes obras ilustradas e incluso obras cinematográficas, y todos conocemos ejemplos de ello.

Cuando pensamos en publicar una obra ilustrada, hemos de tener muchos aspectos en cuenta. Y en eso nos vamos a centrar.

Aspectos de los libros ilustrados.

Lo primero de todo es contar con el material. Esto es, tener tanto el texto (si lo hubiere) y las imágenes, las ilustraciones, fotografías o material gráfico que deseamos utilizar.

Es importante que este material esté perfectamente tratado digitalmente. Aunque en este caso vamos a trabajar con imprentas digitales (a no ser que quieras una enorme tirada en la que te será más interesante trabajar en offset) ten en cuenta que el tratamiento de imágenes es imprescindible para poder imprimir ejemplares.

Los colores han de estar perfectamente calibrados, en formato cmyk (todo aquello que vayamos a imprimir ha de tener este formato, ya que es el formato de colores de tinta. El formato RGB es una mezcla de colores de luz, como las pantallas de ordenador o tablets, y variará cuando se pase a la impresión con tintas de color)

También es importante tener bien claro el formato en el que queremos publicar nuestra obra. El tamaño, la orientación y el acabado tienen que estar definidos antes del montaje final, de esta manera podremos adaptar las imágenes correctamente y ubicarlas de modo que se potencie su belleza. Las imágenes tendrán diferentes necesidades dependiendo del formato en el que publiquemos, si es horizontal, vertical, cuadrado, de grandes dimensiones, de bolsillo, tapa dura, tapa blanda…

El tipo de papel también es importante en este tipo de publicaciones. Hay varios tipos de papel para imprimir libros, dependiendo de cual sea su contenido. El papel novela es fino, mate y normalmente rugoso. No es muy recomendable para la impresión de imágenes, a no ser que se traten de imágenes concretas. Hay novelas gráficas, como Blankets, de Craig Thompson que utiliza esta opción, pero se trata de novela gráfica en blanco y negro con una estética muy definida. Persépolis, de Marjane Satrapi, por su parte, a pesar de ser en blanco y negro también, utiliza un papel satinado, mate y en color hueso, lo que le aporta una presencia muy diferente.

Otros libros con otro tipo de ilustración, algo más libro ilustrado y no novela gráfica, utilizan los papeles satinados, tienen menos porosidad y mejoran la definición y el acabado de la imagen. Ejemplos como Cuentos de Buenas Noches para Niñas Rebeldes, por ejemplo, usa este tipo de papel en las ilustraciones a toda página que lo componen. Es el preferido por las publicaciones más elegantes y con mejores acabados. Y por supuesto mi recomendación.

También tienes la opción del acabado satinado brillante. Este tipo de papel es más utilizado en libros de fotografía, ya que le confiere un brillo que puede no resultar correcto para según que tipo de ilustraciones, aunque como digo, dependerá mucho del contenido de tu libro y el tipo de ilustración que vas a utilizar.

No es necesario que la imagen o ilustración ocupe toda la página, puede ser ubicado en cualquier punto del texto que se considere oportuno, como al comienzo de capítulo o en medio del texto como refuerzo.

Cómo utilizar las imágenes.

Como ejemplo voy a utilizar una imagen de un libro ilustrado maravilloso, tanto por el autor de los textos, como por el ilustrador. El libro se llama ‘Cuentos Macabros’ de Edgar Allan Poe e ilustrado por Benjamín Lacombe. Una joya para cualquier amante de la buena literatura y de la belleza de la imagen. En este libro contamos además con un detalle más importante. En él, se han utilizado todas las formas para la representación de imágenes, desde páginas completas, encuadres dentro de una página a dobles páginas completas, con lo que da la posibilidad de ver todas las opciones. Yo he elegido una imagen y con ella realizaré todos los ejemplos para que puedas verlos con claridad.

Un detalle importante es el tamaño del archivo de imagen que vas a utilizar. Aquí es donde serás más consciente de la necesidad de conocer el formato de publicación de tu libro ilustrado. Dependiendo de él, tendrás que dar a las imágenes un tamaño diferente, una visión distinta. Si tratas de poner una imagen vertical en una publicación cuadrada u horizontal, notarás que sobra espacio por los lados de la misma, o bien tendrás que cortarla para que quede bien encajada.

Has de tener en cuenta también, que las imágenes quedan mucho más vistosas a toda página, sin márgenes blancos (dependerá del tipo de libro a publicar, pero por norma general quedan mucho más llamativas si ocupan la totalidad de la página) y para ello has de generar en el archivo de imagen un sobrante (sangre) de imagen que se cortará en la imprenta. Esto conseguirá que, aunque el papel de la imprenta se pueda mover de manera involuntaria, no quedarán filetes blancos alrededor de la imagen ya que, al tener imagen sobrante, se mitigará el efecto hasta hacerse imperceptible.

Un detalle importante de la sangre, que te he marcado con un cuadro rojo, es que si tan solo una imagen de tu libro va a ocupar toda la página, has de aplicar la sangre en TODO el documento, aunque sea innecesario en el resto de páginas. Esto se aplica también si tu publicación va a utilizar un color de fondo en las páginas, siempre ha de contar con el margen de sangre para evitar “accidentes”. No debes olvidarlo.

Teniendo estos detalles en cuenta, podrás diseñar tu libro ilustrado de manera correcta, dejando los archivos perfectos para la impresión. Las imágenes quedarán tal como quieres y el resultado será como lo has imaginado.

Como en todo, nada inspira más que el ejemplo visual, por ello he seleccionado unos cuantos libros ilustrados que tal vez deberías ojear para obtener información, ver resultados impresos y decidirte por formatos y acabados.

Cuentos Macabros de Edgar Allan Poe (Autor),  Benjamín Lacombe (Ilustrador)

Una Biblia, de Philippe Lechermeier (Autor), y Rebecca Dautreme r(Ilustradora)

Seda, de Alessandro Barrico (Autor),  y Rebecca Dautremer (Ilustradora)

Cualquiera de Neil Gaiman, que cuenta con ilustradores de primer orden?

Alicia en el País de las Maravillas de Lewis Carrol e ilustrado por Benjamín Lacombe (en realidad la ilustración de Lacombe es preciosa, y sus libros ilustrados un lujo para la vista, te recomiendo que veas cualquiera de ellos)

Hadas, de varios autores, un libro delicado y maravilloso.

Mama de Hélène Delforge (Autor),  y Teresa Broseta Fandos (Ilustradora)

Salvaje de Emily Hughes (Autor), y Regina López Muñoz (Ilustradora)

El monstruo de colores, Anna Llenas Serra

El libro que se sentía solo de Kate Bernheimer (Autor), CHRIS SHEBAN (Ilustrador)

El hombre del traje negro Stephen King (Autor), Ana Juan (Ilustradora)

Cualquiera de Edward Gorey… si te gusta Tim Burton…

Por supuesto puedes pensar en cualquier gran franquicia que se te ocurra y encontrarás sus libros ilustrados, JdT, SW, El señor de los Anillos, Harry Potter…

Y un montón más. Todo un mundo por descubrir, y dejar de pensar que los libros ilustrados son solo para niños.