Maquetar un libro para enviar a imprenta

Hace poco llegó a mis manos un libro para publicar. Después de revisar el texto le comenté al autor que habría que maquetarlo y que sería más que recomendable que pasase por un corrector profesional.

En cuanto le hablé de un corrector no quiso saber nada. Me dijo que se lo había corregido un amigo. En cuanto a la maquetación me dijo que el libro estaba perfecto así.

¡Te digo que no fui capaz de hacerle entender que la maquetación estaba a años luz de ser perfecta! y mucho menos para ser impresa.

Esta es una lucha constante en mi trabajo. Hace tiempo que me prometí que no publicaría un libro que no cumpla unos mínimos de calidad formal. Las maquetaciones no tienen que ser perfectas, pero tienen que parecer un libro.

¡Total que no llegamos a ningún acuerdo!

Permíteme que te de un consejo.

Si quieres que alguien tome en serio tu trabajo, además de ser bueno, debe parecerlo. Hay que cuidar el envoltorio, es decir, los elementos que conforman el libro, entre ellos la maquetación. ¡No basta con tener una portada impactante!

¡No olvides jamás que tu nombre va en la portada del libro! ¡Tú decides!

Maquetar un libro para la imprenta digital

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La importancia de una buena maquetación

He pensado que sería una buena idea tocar este punto en el blog. Si tienes necesidad de maquetar tu libro para ser impreso y debes hacerlo por tu cuenta, intentaré ayudarte.

Si puedes permitírtelo te aconsejo que lo dejes en manos de un profesional, pero si no es posible, trata de seguir todas las indicaciones que leerás a continuación.

No todos los libros se maquetan de la misma manera. La gran mayoría de las publicaciones son novelas, así que, las usaré como ejemplo.

Si ya tienes conocimiento avanzados o experiencia maquetando, no sigas leyendo. ¡No creo que te descubra nada nuevo!

El enfoque es para una persona que no es profesional y solo tiene al alcance de su mano un Word.

El Word es el programa más utilizado por todo el mundo (no profesional). Sin duda es muy completo ¡pero siento decirlo! no está diseñado para maquetar libros.

En realidad es un procesador de textos con muchas opciones, incluso algunas de ellas avanzadas que pueden ayudarte a crear una maquetación apañada.

Seguro que no vas a comprarte un Indesign, Quarkxpress o un Freehand para maquetar un libro. Posiblemente tampoco sabrías por donde empezar. ¡Tendremos que apañarnos con el Word!

Decidir el formato del libro

Es muy habitual que cuando escribes tu primer libro, abres el Word, echas a volar tu imaginación y no paras de escribir hasta que terminas. Todo esto sin hacer ningún tipo de configuración, más allá de lo típico, como justificar el texto, alguna negrita o cursiva que otra, los títulos bien grandes y hermosos, más alguna cosilla que todos usamos constantemente.

¡Ay ay ay! Y ya tenemos el primer problema a la vista. Tienes una novela con 300 páginas (por ejemplo) y en A4, que es el formato por defecto de Word.

¿Has visto alguna vez una novela en A4? ¡Lo dudo!

Lo primero que debes decidir es el formato en el que vas a publicar tu novela. Lo más habitual para este tipo de publicaciones es un A5, 15×21 y apurando al máximo un 15×23 (el que recomiendo en caso de autopubliación) en posición vertical, salvo si quieres algo en tamaño de bolsillo. En ese caso debes ir a un tamaño más pequeño tipo 12×18, 11×16 o similar.

Una vez decidido, accede a la pestaña diseño de página de Word y configura el tamaño que quieres. Yo voy a utilizar como ejemplo de maquetación el tamaño 15×23.

Maquetacion y configuracion de pagina

Es muy importante que escribas tu novela en el formato que has pensado imprimir, de lo contrario, al hacerlo en A4 deberás remaquetar posteriormente a 15×23 (con todo el lío que eso supone), porque tendrás una novela con el doble de páginas, dicho de otro modo, tendrás un libro 2 veces más grande de lo que realmente habías “previsto”.

Si tienes una novela con muchas páginas es interesante apostar por el 15×23 para poder aprovechar al máximo el papel y tratar de reducir en lo posible el coste de impresión.

Tal vez estás pensando en que podrías redimensionar el libro a 15×23 con el documento PDF. Esto es cierto y como último recurso podrías hacerlo, pero si puede evitarlo…

Redimensionar implica encoger el libro para adaptarlo al tamaño que queremos. Es decir, que lo hacemos más pequeño, concretamente el doble de pequeño. Eso también incluye las fuentes… ¡Créeme, no es tan buena idea como parece! Como diría Matias Prats ¡Permíteme que insista! Si puedes evitarlo mucho mejor.

Ahora que ya has decidido el formato que va a tener tu libro impreso, tendrás que empezar a pensar cómo maquetarlo.

¿Qué es maquetar un libro?

En pocas palabras significa estructurar, colocar y presentar correctamente el texto en papel para su correcta impresión.

¿Y si quiero incluir fotografías o ilustraciones en la novela?

Si tu novela es tan solo texto corrido, no tendrás que hacer nada al respecto, pero si, tienes que usar imágenes, te indico un par de detalles.

Para empezar las imágenes han de tener una resolución adecuada. Como mínimo 150 ppp (píxeles por pulgada), pero lo ideal sería 300 ppp.

También es muy importante que vayan en CMYK y no en RGB (que es como van casi siempre). La verdad es que las fotografías suelen quedar bien, pero conviene recordar que el RGB es el modo de color para una pantalla, y no tiene nada que ver con el sistema que utilizan en la imprenta.

Si por alguna razón el color de impresión no es el esperado no podrás reclamar nada a la imprenta si las has enviado en RGB. Te recomiendo que leas este artículo sobre como enviar una portada a imprenta en el que hablo en más profundidad sobre el RGB y el CMYK.

El siguiente detalle tiene que ver con la ubicación y el tamaño de la imagen.

Si quieres que la imagen sea incluida a página completa hasta el borde de corte, tendrás que darle medio cm más de margen al formato elegido en toda la publicación.

Es importante para que las imágenes lleguen bien cortadas, es decir, han de tener un pequeño extra de imagen por si al cortar el tamaño de papel, este se mueve.

Imagina un borde blanco alrededor de tu imagen ¡horror! Por ello siempre hay que dar un pequeño plus para evitar estos posibles inconvenientes.

Resumiendo: si tu texto va a contar con imágenes a sangre (que ocupen hasta el mismo final de la página) añádele medio cm más al formato de página para asegurarte una correcta presentación y curarte en salud.

Márgenes

Los libros van pegados o cosidos por un lado. Dependiendo de si la página está a la derecha o a la izquierda, el lado pegado será distinto.

Esto quiere decir que el lado pegado o cosido, comerá un poco de papel. Sabiendo esto, puedes marcar los márgenes que necesitas para la maquetación. Recomiendo los márgenes simétricos.

Maquetacion margenes del libro

Esto significa que los lados interiores y exteriores serán diferentes porque el sistema identificará si esa página estará o no pegada a la hora de la encuadernación.

Las páginas pares son aquellas que están a la izquierda del lector, las impares las que están a la derecha. Por tanto, los márgenes exteriores serán, izquierda en las pares y derecha en las impares, y el margen interior será el contrario.

Al indicar que los márgenes han de ser simétricos le indicamos que los márgenes de las páginas pares serán un reflejo de los márgenes de las impares.

Para tratar de aprovechar al máximo el papel, marca un margen exterior de unos 18 mm y un margen interior de unos 21 mm. Esto permitirá que al pegar o coser el libro, tenga un margen de unos 3mm y permitirá que se vea correctamente y no parezca que el texto se hunde entre el encolado.

También has de marcar los márgenes superior e inferior. En este apartado va muy al gusto del autor. Personalmente me gusta que haya más espacio en la parte inferior que en la superior, con lo que yo marcaría 25 mm en el inferior y 20 en el superior. Parece una diferencia mínima, pero la visión de la mancha total del texto resulta más fluida.

Páginas de cortesía

Todo aquel que ha tenido una novela en sus manos sabe que estas no empiezan directamente en la página 1. El texto comienza unas cuantas páginas más adelante.

Esto es porque antes de comenzar tu novela, hay una serie de páginas que te van introduciendo en el libro, las llamadas páginas de cortesía sirven para añadir información interesante, agradecimientos, dedicatorias, presentaciones o cualquier otro detalle importante.

Así pues, cuando comiences a preparar el resultado final de tu libro, ten en cuenta el siguiente esquema, más o menos, ya que variará dependiendo de lo que queramos añadir.

  1. Las dos primeras páginas (la primera hoja completa) se dejarán completamente en blanco.
  2. Tras ellas, en la tercera página, podemos incluir en texto simple el título de la obra y el autor, ¡un pequeño aperitivo!.
  3. En la página cuatro, normalmente irán incluidos en la parte inferior, los créditos o detalles editoriales y legales del texto, el ISBN, la editorial, la imprenta, el año, copyright… esto siempre con una tipografía un par de puntos inferior a la que utilizaremos en el conjunto del libro.
  4. La quinta página puede llevar ya el título adecuadamente incluido, con algún detalle como tipografía igual a la utilizada en la portada, algún diseño concreto para esa página… además del nombre del autor.
  5. La página seis quedará en blanco.
  6. En la página siete podemos incluir nuestra dedicatoria, si es que la tenemos, o bien una cita que queramos incluir.
  7. La siguiente página par, la ocho, quedará nuevamente en blanco.
  8. En la página nueve podemos incluir el índice (si decidimos ponerlo al comienzo del libro, ya que también puede ir al final) dependiendo de lo largo que sea y lo que ocupe.
  9. En la página 11 podremos incluir el prólogo o el comienzo del texto como tal. Ahí empieza nuestro libro.

Evidentemente esto es orientativo, ni todas las novelas tienen prólogo, ni dedicatoria, ni índice… lo que hay que tener claro es que cada una de las partes importantes y diferenciadas de nuestro libro ha de empezar en página impar (salvo los créditos, que va en el lado izquierdo, en página par)

Otro detalle muy importante es que estas páginas no llevan número de página, como tampoco debe llevarlo cualquier página que vaya completamente en blanco.

¿Habrá encabezado en cada página?

El encabezado es un elemento que puede ser interesante, pero si no se hace con cuidado puede sobrecargar la página del libro y resultar incómodo a la hora de la lectura, y recuerda que en los libros, la elegancia es la sobriedad bien entendida.

Si el cuadro de texto (el espacio en el que la mancha de texto está ubicada) es ligera, es entonces posible la inclusión del encabezado. Este ha de ser diferente en las páginas pares y en las impares.

Por norma general en la página par va el título del libro y en la impar el autor, pero como en casi todo, eso queda a decisión del autor.

Encuentras novelas que tienen en el encabezado el título del capítulo que se está leyendo. Todo depende de lo que quieras.

Personalmente no soy nada partidario de los encabezados en novelas, pero esta es tuya…¡decide!

El encabezado ha de ir fuera del cuadro del texto, encima. El tamaño de la letra ha de ser al menos dos puntos más pequeño que el cuerpo de letra del texto y preferiblemente en un par de tonos más claro que el negro del texto. Un gris oscuro le viene estupendamente bien.

Pies de página, notas al pie

Algo que también debes tener presente a la hora de organizar la estructura de tu maqueta es que  si la novela tiene un par de pequeños apuntes a pie de página o un par de pequeñas notas, no es relevante, pero sin embargo, si hay gran cantidad de texto incluido en notas a pie y llamadas a lo largo de la novela, hay que tenerlo en cuenta a la hora de generar los cuadros de texto.

Las notas al pie siempre han de ir al menos dos puntos más pequeñas que el texto general y con una distancia de al menos dos espacios del conjunto del texto para que queden realmente diferenciadas. Recuerda que han de ir en la misma página que la llamada que las identifica.

Si tienes demasiado texto de nota, sugiero que hagas un apéndice final en el cual se refirieran las notas y sus aclaraciones, para no interrumpir la fluidez del texto a lo largo de la novela.

¿Qué tipo de encabezado de capítulo queremos?

Puede que nuestra novela tenga títulos en cada capítulo, o bien pueden ser tan solo números, o tan solo un simple espacio y salto de página que nos traslada a un nuevo capítulo.

Es un pequeño trabajo de diseño. Dependerá del tipo de novela, de tu intención en el conjunto y en ocasiones de tu capacidad para generar un buen diseño que sea interesante para el lector.

Por regla general los capítulos deben empezar en página impar. Es decir, siempre en la página de la derecha aunque la de la izquierda quede en blanco. He dicho por regla general, pero dependerá también de cómo queramos que fluya nuestro texto.

He visto novelas en las que los capítulos se posicionan tan solo a un golpe de espacio y sin embargo es obvio que es una nueva parte de la novela. Los títulos también te indican si es o no necesario que empiecen en una página impar o bien pueden ser correlativos en una página par… es un trabajo de investigación.

Para asegurarte, es buena idea revisar novelas que tengas por casa y que estén bien editadas e impresas para hacerte una idea de lo que quieres para tú novela. Siempre es bueno acercarse a los profesionales para ver cómo lo hacen y tratar de imitarlos, o al menos seguir un poco sus pautas.

Tipografía

Otro tema interesante. No cualquier tipo de letra es adecuado para una novela. La tipografía nos acompañará durante toda la lectura, será la que nos transporte a través de la historia, es la puerta de entrada de tu novela a nuestra imaginación.

Ha de ser sencilla, limpia, fácilmente legible, elegante y nada recargada. La sencillez y la calidez de un texto pueden imbuirte aun más en la magia del libro.

Las más recomendables son aquellas denominadas serif. Estas son las que tienen un pequeño apéndice en su forma, estos, al leerlo impreso nos ayudan a la continuidad del texto durante la lectura.

También hay otros factores diferentes que hacen que el texto sea más cómodo de leer, además del tipo de letra elegido, por ejemplo, el interlineado (la distancia entre líneas), el tracking (la distancia entre los caracteres de cada palabra) el porcentaje del ancho y alto de los caracteres elegidos, el color de la letra e incluso del papel (ahuesado, blanco…) el tipo de letra en un texto impreso no es el mismo que en una pantalla de ordenador.

La calidad de la lectura es completamente diferente, por ello en las páginas web y en todo aquel material que veamos en pantallas de luz, los tipos utilizados más comúnmente son los Sans serif como la Calibri o Arial.

Ejemplos válidos y adecuados para la impresión son Times New Roman, Adobe Caslon Pro, Adobe Warnock Pro o Adobe Garamond Pro.

Todas son perfectamente válidas, pero podrás comprobar que tanto su tamaño aun teniendo el mismo número de puntos, su interlineado y otras pequeñas diferencias hacen que el texto completo tenga un aspecto diferente dependiendo de la elegida.

Haz pruebas con páginas completas para decidir que tipo de letra te convence más dependiendo del resultado final de esa página impresa. Esa mancha de color variará de manera evidente y podrás comprobarlo.

Prueba para empezar una Times New Roman a 11 puntos, con un interlineado de 13 puntos. Hazlo con diferentes fuentes.

Recuerda que no se ve igual en tu pantalla del ordenador que una vez impreso, por lo que antes de decidirte, te recomiendo que hagas un par de impresiones en tu casa de una página con diferentes tipografías y tamaños hasta que encuentres la que te convence.

Eso sí, desaconsejo encarecidamente el uso de muchas fuentes diferentes en un mismo texto. Por favor, utiliza una sola fuente, dos si quieres, y juega con sus variantes familiares (cursivas, negritas…) el uso de varias fuentes diferentes puede generar confusión y agotar la vista del lector, generando cansancio y falta de interés.

Numeración de páginas

Recuerda que la numeración aparece en el momento en que empieza el texto (Prólogo, primer capítulo…) pero no aparece en las páginas de cortesía. No aparece el número, pero sí se cuentan a la hora de poner la numeración.
Es decir, si mi prólogo comienza en la página nueve, ese será el número que ha de aparecer en la página, no el 1.

No olvides que las páginas que quedan en blanco (por ejemplo, una página par en un cambio de capítulo) NO SE NUMERAN, se cuentan pero no han de tener el número impreso.

La justificación del texto y los guiones

Por norma general el texto de un libro debe ir justificado. A veces, este proceso es un auténtico dolor de cabeza y hay que prestar mucha atención al aspecto de los párrafos.

Al justificar un texto, el programa estira los renglones para que no queden espacios al final, evitando que los párrafos parezcan una sierra. Es un efecto desagradable.

El problema es que dependiendo de la longitud de las palabras, pueden aparecer separaciones desiguales entre cada palabra del renglón dando lugar a otro efecto también un tanto desagradable.

Cuando utilizamos texto corrido y se utiliza todo el ancho de página, no suele presentarse este problema o casi imperceptible, siendo muy fácil solucionarlo con los guiones de partición de palabras.

Lo interesante siempre es tratar de evitarlos, pero a veces es imposible. Debes fijarte muy bien porque es un pequeño detalle que para un lector habitual le hace ver claramente que el libro está maquetado de una forma profesional o de andar por casa.

El problema se acentúa todavía más cuando incluimos una imagen dentro del texto y se forman pequeñas columnas, donde el efecto ¡es terrorífico!

Formato en el que enviar el libro a imprenta

¿Has maquetado tu libro? ¡Genial! Ahora hay que enviarlo a la imprenta y para ello necesitas convertirlo a pdf.
Nunca envíes el texto en Word, puesto que al ser un procesador de textos, es un programa de escritura, con lo que el trabajo puede ser manipulado o trastocado.

Por eso envía siempre en un archivo de arte final que no es modificable e impide que el texto pueda moverse o que la organización original pueda variar.

Necesitas un programa que convierta tu archivo de texto en un PDF, por ejemplo, una impresora virtual.

Hay varias impresoras gratuitas que puedes utilizar, por ejemplo, Primo PDF o PDF Creator. Hay muchas, pero estas son muy utilizadas y son gratuitas.

Debes indicarle a la impresora virtual que utilice “calidad de impresión” y que las fuentes que has utilizado queden incrustadas para evitar problemas en la imprenta.

Te explico en imágenes el proceso

Elegimos la impresora, en este caso Primo PDF

Imprimir un PDF desde Word

Abrimos las opciones avanzadas

Opciones avanzadas de Primo PDF

Elegimos nuestro tamaño personalizado de página e incrustamos las fuentes

Incrustar fuentes en documento PDF

Indicamos que utilice «Calidad de impresión» al crear el documento

Imprimir con primo PDF

¿Qué es incrustar una fuente?

Cuando utilizamos fuentes genéricas y comunes, siempre están presentes en todos los ordenadores y máquinas de impresión. Pero si eliges una específica que a ti te gusta, es posible que la máquina donde se va a imprimir no la tenga en su biblioteca.

Si envías el libro a imprimir lo que ocurre en ese momento es que la máquina debe sustituir tu fuente por otra que tenga y el resultado ¡es una lotería!

En el mejor de los casos, simplemente aparece una fuente diferente a la que utilizaste.

En el peor, se sustituirán por símbolos ilegibles.

Para evitarlo, debemos incrustar las fuentes en el documento pdf y de esa manera la máquina coge la fuente del propio documento e imprime el libro tal y como lo diseñaste.

Últimos consejos de cara a la imprenta digital

En la impresión digital, se envían los archivos de la tripa sin marcas de corte.

Recuerda que imprimir un libro en blanco y negro no cuesta lo mismo que hacerlo en color. Según que imprenta, el coste puede ser el doble o incluso el triple.

Estudia muy bien si de verdad es necesario incluir imágenes en tu libro.

En la impresión digital, con que solo haya una imagen que quieras que vaya en color, todo el libro se imprime en color. Incluir colores en los títulos o cualquier tipo de imagen que ofrezca colorido, implica que al imprimir en B/N, se verán en escala de grises.

Si necesitas imprimir en color al hacer una tirada, algunas imprentas pueden imprimir una parte del libro en color y otra en blanco y negro. Esto abarata los costes del color, pero para ello es necesario que las imágenes vayan juntas, es decir, que no puedes tener imágenes salteadas a lo largo del libro, si no que debes agruparlas en páginas sucesivas en una parte del libro. En la parte inicial, central o final. Debes comentarlo con ellos directamente para que te indiquen si existe la posibilidad y como has de hacerlo.

Si imprimes en color y el libro tiene muchas imágenes, es conveniente que utilices papel de 90 gr o incluso mejor, de 115 gr, para evitar el efecto de transparencia entre las páginas.

Si es una novela y todo es texto se suele utilizar el papel ahuesado de 80/90 gr.

No utilices papel ahuesado si incluyes muchas imágenes y sobre todo si hay color.

En la impresión digital, no suele utilizarse el cosido. Muy pocas imprentas ofrecen esta posibilidad. Pero existe un encolado especial muy resistente llamado Cola PUR. Es la opción más recomendable si el libro tiene mas de 500 páginas, para evitar que se despeguen. Y es especialmente importante si hay mucha carga gráfica de color, donde el peso del libro se dispara.

Si tienes todos estos puntos en cuenta, la maquetación de tu libro no tendrá un aspecto descuidado. Lo que en él cuentes ya depende tan solo de ti.

¿Has maquetado un libro por tu cuenta? Cuéntanos tu experiencia y añade algo que pienses que he podido olvidar.